martes, 28 de junio de 2011

COLUMNA: Secretos del Poder

* El silencio del General
* El efecto Hank
* Precandidatos del PAN al Senado
POR ATAHUALPA GARIBAY
El comandante de la II Región Militar, General Alfonso Duarte Mújica hizo mutis en su reaparición pública, luego del bochornoso caso del ex alcalde de Tijuana, Jorge Hank Rhon.

Durante el evento de lanzamiento de la campaña “Tijuana 3D”, Duarte evadió a los periodistas y por ningún motivo caso hablar del asunto.

El silencio del General Duarte Mújica, es una señal inequívoca de que fue el blanco de las medidas disciplinarias que tomó el presidente Felipe Calderón, tras la detención y liberación (dos veces en un día) de Jorge Hank.

En el dialogo por la justicia y la paz celebrado en el histórico Castillo de Chapultepec, hace una semana, el escritor y poeta Javier Sicilia, reclamó la impunidad en el caso Hank.

Rápido, el Primer Mandatario, dijo que no fue enterado del operativo militar en la residencia Hank. Y aun cuando se encontraron armas que configuraban un delito, la Juez del caso decidió poner en libertad al personaje, indicó más o menos.

Luego señaló que en este asunto aplicó las medidas disciplinarias para las personas que no le informaron de las acciones. No dio nombres, pero en Baja California políticos de todos colores y analistas les pusieron nombre y apellido.

En los corrillos del gobierno siempre se dijo que los Generales (Alfonso Duarte, comandante de la II Región Militar y Gilberto Landeros, comandante de la II Zona Militar) “se fueron por la libre”. Es decir actuaron de muto propio en el operativo militar que concluyó con el allanamiento de la residencia del ex presidente municipal de Tijuana.

Según los enterados, fue hasta al irrumpir en esta mansión cuando se dieron cuenta que el ocupante era nada más y menos que el dueño del Hipódromo de Tijuana y ex candidato del PRI a la gubernatura.

Al percatarse de la situación, los mandos militares habrían hecho las consultas correspondientes con sus superiores en la ciudad de México e informaron de paso sobre el hallazgo del arsenal.

“Denle hasta donde tope”, habría sido la instrucción de la autoridad ya con la información del descubrimiento de las armas y la detención previa de “varios sicarios”.

Hasta ese momento se creía, se pensaba, que tenían prácticamente refundido en prisión al adversario político número uno del PAN en Baja California.

Como todos sabemos, una semana después la Juez Noveno de Distrito, Blanca Evelia Parra meza dictó auto de libertad para el ex alcalde por considerar que los hechos de la detención ocurrida la madrugada del cuatro de junio no sucedieron como los narra el Ejército en su parte informativo.

La decisión o los motivos de la Juez para liberar a Hank pusieron en tela de juicio la labor de las Fuerzas Armadas en Baja California.

Hoy, veinticuatro días después de la noticia bomba, está claro que el silencio del General Duarte son parte de las medidas disciplinarias.

Está claro también que la llamada de atención no la dio el Comandante Supremo de las Fuerzas Armas, sino el General Secretario de la Defensa Nacional, Guillermo Galván Galván como suele manejarse al interior de las Fuerzas Armadas.





El efecto Hank

No para el efecto Hank en Baja California. Tras la detención y liberación del polémico personaje, la Secretaria de la Defensa Nacional (Sedena) se dio cuenta del manejo irregular de las armas asignadas a los cuerpos de seguridad pública, bajo las respectivas licencias colectivas de portación y a la vez de las que han sido decomisadas.

Ante ello la Sedena decidió poner un orden a esta situación y empezó por Tijuana, en donde al parecer se pretende retirar la licencia colectiva a los policías preventivos de la Sección Comercial y Bancaria de Tijuana.

Con ello varios empresarios de la Zona Costa quedarían sin “guaruras” y a la merced del hampa.

Es por eso que el Secretario de Seguridad Pública del Estado, Daniel de la Rosa Anaya, trata de generar tranquilidad entre los empresarios y sostiene que “habrá una solución para que no queden “inseguros”.

Lo cierto es que entre los integrantes de la IP existe temor fundado porque de nada les sirve contratar a un grupo de policías para su custodia, que carezcan de armas para poder protegerlos de los secuestradores o algún atentado.



Precandidatos del PAN al Senado

El ex gobernador del estado, Eugenio Elorduy Walter, es quien encabeza las preferencias panistas para que sea el candidato de la primer formula del PAN al Senado de la República.

No habrá quien le haga sombra a Don Eugenio. Aunque su imagen quedo muy lastimada al exterior (con sus ex gobernados), en el partido blanquiazul el mexicalense es un icono del panismo bajacaliforniano.

La segunda fórmula será ampliamente disputada por ex diputados, ex alcaldes y todos los ex del PAN. Dentro de la lista que empieza alargarse se encuentra la ex Oficial Mayor del Gobierno Estatal, Ruth Hernández, el ex alcalde de Tijuana, Jorge Ramos Hernández y el aun diputado federal, Oscar Arce Paniagua.

Casualmente, estos tres panistas participan de lleno en la precampaña de la aspirante a la candidatura del PAN a la presidencia de la República, Josefina Vázquez Mota.

Don Eugenio, viejo lobo de mar, aun no ha hecho públicas sus preferencias presidenciales.

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