lunes, 2 de marzo de 2009

Persisten “vicios” en “La Peni”: familiares de reos

TIJUANA.-Las condiciones dentro del penal de La Mesa cambiaron para bien a raíz de que se registraron los motines en septiembre de 2008, sin embargo persisten algunos “vicios” que difícilmente cambiarán, señalan familiares de internos del Cereso.



Hay un poco más de organización para ingresar al interior del penal los días de visita, pero las medidas de revisión se tornaron un poco más estrictas, además de que hubo adecuaciones que impiden ingresar artículos que anteriormente eran permitidos, refieren.
Maria Hernández, quien visita a su hijo Rubén, que apenas rebasa la mayoría de edad y que está dentro del penal por robo de vehículo, señaló que lo más difícil para ella, ha sido tener que pasar por las revisiones de acceso.
“Es algo incómodo tener que dejarse auscultar por personal de custodia del Centro de Readaptación Social, pero es algo que uno tiene que soportar con tal de ver a un ser querido” comentó.
Como doña Maria, hay decenas de personas que igual dicen sentirse incómodos. Lo que cambió radicalmente fue la comida dentro del Cereso, anteriormente no había condiciones salubres, ahora ya las hay un poco más.
Sin embargo las irregularidades continúan principalmente en el rubro de la salud, los internos no son sometidos a chequeos médicos con regularidad, no hay un seguimiento a sus padecimientos.
Las condiciones de hacinamiento se han reducido de manera considerable, pero es un mal que todavía persiste y que no va a terminar hasta que se construya un penal adicional para la ciudad, refirió otra madre de un interno de nombre Javier López.
Las autoridades dicen que el trato de los internos ya no es rudo, pero la verdad es que sigue habiendo casos en los que se registra violencia al interior del penal por parte del personal de custodia, recalcaron algunas madres que estuvieron de visita.
Son mentiras que ya se hayan cambiado las cosas al interior, reconocemos que hay mejoras, pero los abusos, excesos, maltratos, continúan, son males que difícilmente se van a erradicar, coincidieron en señalar.
La autoridad debe cambiar la situación para evitar que se generen condiciones hostiles que deriven en un motín, concluyeron.

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