Por los vínculos entre el crimen organizado y los diversos órdenes degobierno, la libertad de expresión en México está muy limitada y no se puedeejercer a investigación periodística.
De esta manera sintetizó el periodista Carlos Lauría, Coordinador delPrograma de las Américas del Comité para la Protección de los Periodistas(CPJ), una organización con sede en Nueva York y que en esta ocasiónpresentó su informe anual "Ataques a la prensa 2008", en las instalacionesdel semanario Zeta de Tijuana.
El reporte detalla que en nuestro país se registró, durante este periodo, elasesinato de cinco periodistas y la desaparición de siete trabajadores delos medios de comunicación. Ninguno de estos crímenes se ha resuelto por fala de un marco legal queproteja a los periodistas, señala el documento, al tiempo de agregar que laautocensura es provocada por la presencia de acciones del crimen organizadocontra los periodistas o las decisiones de las direcciones de los medios decomunicación.
En la escala de los países con mayores riegos para el trabajo periodístico,principalmente el de investigación, se encuentran Sierra Leona e Irak–países totalitaristas- y México que es igual de peligroso a pesar de vivirun aparente democracia.
El informe anual se presentó en la redacción del semanario Zeta, un medio decomunicación de la frontera noroeste de México que se caracterizó por lostrabajos de investigación sobre el poder y su relación con el crimenorganizado, principalmente de la Organización Arellano Félix, realizado porsus fundadores Héctor "El Gato" Félix y Jesús Blancornelas, así como de sueditor en jefe Francisco Ortiz Franco.
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