TIJUANA.- El general de la II Zona Militar, Alfonso Duarte Mújica, exhortó a los integrantes de las células criminales a que abandonen sus actividades ilícitas y se unan a la red de testigos protegidos.
El mensaje lo emitió en medio de una comida que elementos de la II Zona Militar, ofrecieron a autoridades civiles, el marco del aniversario luctuoso del cabo de caballería Ángel Guadalupe Aguilar Villatoro.
Dentro del comedor de las instalaciones del campo militar del Aguaje de la Tuna, Alfonso Duarte Mújica fue enfático:.
“Hace un año en el homenaje fúnebre al cabo de caballería Ángel Villatoro, se exhortó a todos aquellos individuos de la delincuencia organizada a que se deserten de ella y se acojan en el programa de testigos protegidos. Hoy, se les ratifica esa invitación, ya se han percatado lo imposible de su empresa, que solo genera muerte y destrucción, así como riesgos de vida para ellos y sus familiares. Sabemos que los obligan a delinquir en contra de su voluntad, este programa de testigo protegido es una oportunidad para incorporarse nuevamente a la sociedad”.
Ante el mandatario estatal, José Guadalupe Osuna Millán, el alcalde de la ciudad Jorge Ramos Hernández, representantes del sector empresarial y elementos de las Fuerzas Especiales del Ejército, comentó: .
“Compañeros, a un año del sacrificio de vida del cabo de caballería Ángel Guadalupe Aguilar Villatoro, en bien de la seguridad de la sociedad de baja California, así como de otros elementos de seguridad pública que han perdido la vida en cumplimiento de su deber, quiero reiterar que este sacrificio no ha sido en vano”.
La seguridad, poco a poco y en forma consolidada se ha ido restituyendo en el estado y la inseguridad que hace un año prevalecía, caracterizada por un empoderamiento de la delincuencia organizada que amenazaba la estabilidad del estado y rebasaba las capacidades de las fuerzas de seguridad pública, ahora se encuentra en una fase diferente, agregó.
Hoy por hoy, la delincuencia organizada hace intentos para someter a los cuerpos policíacos, aspecto sumamente difícil y fallido, ya que la conciencia del policía, se está profesionalizando y conoce las consecuencias legales y sociales si desvía su camino, como la de algunos malos elementos que incurrieron en este grave error.
Asimismo, intenta a través de la violencia sangrienta amenazar y matar a personal inmiscuido en actos corruptos y de narcotráfico, con el objeto de someter a los demás delincuentes a sus reglas.
Que equivocados están, y más aún que todas las autoridades (federales, estatales, municipales y militares) unidos con la confianza de la sociedad bajacaliforniana que con su actitud valiente sigue denunciando en forma anónima todo acto ilícito, nos ha permitido obtener los resultados contundentes en contra de la delincuencia organizada, debilitándola más día a día.
A nombre de todo el personal militar, quiero agradecer al gobierno del estado y del municipio de Tijuana, este justo reconocimiento póstumo de nuestro hermano militar, caído patrióticamente en combate en bien de la comunidad.
Agradecemos el apoyo recibido de nuestros vecinos del norte, mismo que ha coadyuvado con éxito en la lucha contra la delincuencia organizada y narcotráfico, cuyos efectos también se recienten más allá de la frontera.
Empresarios, abogados, organizaciones sociales, medios de comunicación y en general al pueblo de baja California, lo que los anima a continuar con el combate frontal al crimen organizado, confrontándolo siempre con apego a la ley y respecto irrestricto a los derechos humanos
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